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domingo, 2 de noviembre de 2014

Adaptación de la versión de los hermanos Grimm del cuento "Toda clase de pieles"

Toda la sabiduría del mundo


Érase una vez, en un país muy, muy lejano,  un rey y una reina tan amables y generosos que todo su pueblo, sin excepción, los amaba y admiraba.
El rey era apuesto, valiente y honrado, y la reina era el ser más bueno y bello que se hubiera visto nunca en aquel palacio. Tenían ya dos hijos varones, que eran su mayor alegría y con los que se aseguraban la descendencia real, pero en el corazón de los reyes existía una pequeña sombra: ambos anhelaban tener  una hijita que fuera tan buena y bella como su madre y tan honrada y valiente como su padre. Tras muchos meses de espera, la reina anunció que estaba embarazada e instintivamente supo que era una niña. Efectivamente, tras nueve  largos meses nació una preciosa niñita, tan perfecta que parecía irreal. Tenía los rizos morenos de su madre, así como sus ojos verdes, y ya desde su nacimiento  dio muestras de poseer un carácter tan excepcional como el de su padre. Los reyes y los príncipes estaban locos de contentos con el bebé y le dedicaban todas las atenciones del mundo.

 Sin embargo, la tristeza pronto se cernió sobre el palacio. La reina cayó enferma, sufriendo una misteriosa enfermedad para la que ningún médico encontró cura. Presintiendo que le quedaba poco tiempo, la reina decidió preparar algo para que cada uno de sus hijos le recordara. A su hijo mayor le dejó parte de su ajuar, para que cuando tomara como esposa a la que sería la futura reina tuviera algo de su madre que añadir a los bienes del los que esta dispusiera; a su hijo mediano, viendo que tenía gran disposición para los libros y los estudios,  le regaló la gran biblioteca que había heredado ella de su padre; finalmente, a su bebé recién nacido, le regaló un brazalete en el que incluyó tres pequeños colgantes: un secreter en forma de nuez que al abrirlo contenía un moreno rizo suyo y un pequeño rizo del bebé entrelazado a él, un anillo que había heredado de su abuela cuando era niña y un pequeño búho de plata que simbolizaba la antigua sabiduría del reino.

Antes de morir, la reina reunió a su marido y a sus dos hijos mayores, a los que les dio sus regalos, y le pidió a los tres que cuidaran de la pequeña. Al rey, además, le pidió que cuando la niña tuviera uso de razón, le entregara la pulsera con los tres colgantes que había preparado para ella. Su última disposición fue que su hijo mayor se casara con una mujer que igualara en belleza a su hermana pequeña, que su hijo mediano se convirtiera en el más sabio y estudioso del reino, y que su hija pequeña fuera educada de tal forma que su bondad y su valentía fueran reflejadas en todas sus acciones, no dejando que su gran belleza le convirtiera en un ser vanidoso y vacío.

Tras la muerte de la reina, todos en el palacio estaban desolados. El rey y los dos príncipes, con el corazón destrozado, volcaron todas sus atenciones en la pequeña princesa, esforzándose en educarla de tal manera que desarrollara sus maravillosas cualidades de bondad y valentía. La princesa, además de ser una niña bellísima, se convirtió en un ser amable y tierno, que mostraba gran compasión y humanidad ante todos los seres vivos que le rodeaban.  El hermano mediano se dedicó a sus libros, logrando así ser el mayor sabio y estudioso de todo el reino. El hermano mayor, por su parte, se dedicó a buscar una esposa que igualara en belleza a su hermana pequeña.Todos los emisarios del reino estaban involucrados en esta tarea, recorriendo todas las tierras del rey y luego las tierras de otros reyes, hasta llegar a los rincones más remotos. Tardaron mucho tiempo, pero por fin encontraron a una muchacha que no pertenecía a la corte, pero cuya belleza era comparable a la de la princesa. Jubilosos por haber encontrado a la mujer que asegurara la descendencia real, la llevaron a palacio para que se casara con el príncipe mayor.
Este se enamoró perdidamente y la desposó en una gran ceremonia en la que participó todo el pueblo, encantados de que el próximo rey se hubiera casado con una muchacha tan hermosa. También participaron en ella el rey y sus otros dos hijos, contentos al ver que el príncipe por fin tendría una mujer como la que su madre deseaba que tuviera.

Pasaron los meses y la futura reina empezó a mostrar algo que nadie había previsto: mientras que su belleza era equiparable a la de la princesa, su bondad no tenía ni punto de comparación. Es más, poseía un carácter envidioso y malvado que le hacía envidiar a la princesa por su procedencia real y por ser tan bella como ella. Así, en cuanto tuvo oportunidad, le dijo al príncipe que cuando ellos fueran reyes, a la muerte del actual rey, tendría que obligar a su hermana a abandonar el palacio y su reino.El príncipe pensó que era una enajenación pasajera  y aceptó las condiciones para contentar a su nueva esposa y a su fuerte carácter, seguro de que para el momento en el que su padre muriera, se le habría olvidado.

Pasaron los años y el rey fue envejeciendo hasta que llegó el momento de su partida. Tras los funerales, en los que los tres hijos se mostraron desolados,  se produjo la coronación de los nuevos reyes. Esa misma noche, a la hora de dormir, la nueva reina instó al nuevo  rey a obligar a su hermana a abandonar el palacio y a buscarse una nueva vida. Si no, le dijo, ella conseguiría librarse de la princesa a su manera, pues no podía vivir cerca de nadie que le hiciera sombra de la forma en la que se la hacía la princesa, a la que todo el mundo amaba y respetaba.
El rey, consternado, fue a hablar con su hermana y le explicó la situación, aconsejándole que abandonara el palacio pues  temía verdaderamente por su vida tras las amenazas de su mujer de eliminarla a su manera. La princesa, muerta de miedo, aceptó irse, no sin antes pedirle al rey que convenciera a su mujer para que le diera de plazo para prepararse hasta que la luna, que en ese momento estaba en la fase en la que es casi invisible,  volviera a mostrarse en todo su esplendor. La reina, molesta pero complacida de que su rey le hiciera tanto caso, aceptó el trato.

Durante ese tiempo, la princesa se confió a su hermano mediano, que ya vivía fuera de palacio dedicado de lleno a sus libros y su ansia incansable de saber más y más. Este, sabiendo que su hermana no tendría más remedio que abandonar el reino, le prometió idear algo para que siempre que se encontrara en apuros pudiera encontrar una solución. Así, el día en el que la luna debía mostrarse totalmente llena, el príncipe mediano le dio a su hermana una capa que había realizado con trozos de tela cosidos. En estas telas se encontraban escritos con pintura imborrable los consejos y mensajes de todos los sabios de todos los reinos, a los que la princesa podría acudir siempre que se encontrara algún problema.  Así, con su capa hecha de toda la sabiduría del mundo, con la pulsera que le había regalado su madre antes de morir y con el corazón en pedazos, la princesa abandonó el palacio.

Como era de suponer, se perdió en el bosque la tercera noche del tercer día, pues no tenía costumbre de caminar fuera de palacio sin compañía. Pero como poseía el carácter valiente de su padre y la capa de toda la sabiduría de su hermano, la princesa intentó tranquilizarse. Consultó su capa, y encontró un trozo de tela que recomendaba que al perderse en un bosque, era mejor encontrar un lugar seguro donde pasar la noche a refugio de los animales y esperar allí a la llegada del día.Se escondió en una pequeña cueva, se tapó con la capa de su hermano y se quedó profundamente dormida.

Al día siguiente se despertó al oír voces en la cueva. Estas voces pertenecían a un príncipe de un reino cercano y a su séquito, que habían salido en busca de hierbas curativas y por eso se habían metido en la cueva. Cuando el príncipe le preguntó sobre su identidad, la princesa, temerosa de que la llevaran de vuelta al palacio donde tendría que enfrentarse con la ira de la reina, le mintió diciéndole que era una muchacha que se había quedado huérfana y que había salido a buscar fortuna. El príncipe, que no podía vislumbrar la gran belleza de la princesa debido a la suciedad y el polvo del viaje que cubrían su cara, decidió, movido por su gran corazón, llevar a la muchacha a su palacio para que ayudara en las caballerizas.

Así, la princesa pasó de vivir en un palacio a trabajar en las caballerizas de otro, donde se encargaba de limpiar y alimentar a los caballos del príncipe. Al principio le costó mucho acostumbrarse a esta tarea, puesto que era la primera vez que lo hacía. Sin embargo, su gran bondad hacia todos los seres vivos hizo que pronto dominara la labor de cuidar los caballos del príncipe. Este tenía uno favorito, un caballo grande y negro con una mancha blanca como un lucero en la frente.

 La princesa, con miedo de que cualquiera descubriera su identidad al ver su cara limpia, siempre se mantenía sucia del polvo de los caballos y de los establos; cuando el príncipe acudía a ellos, el polvo le impedía ver la belleza de su cara lavada.  Este siempre se sorprendía de lo sucia que iba, pero le admiraba cómo cuidaba a todos los caballos, que desde la llegada de la muchacha estaban  mucho más limpios, mejor alimentados y parecían mucho más felices. Además, cada vez que la veía, se fijaba en su hermosa melena de rizos negros, que era idéntica a la de su madre.

Día a día, la princesa cuidaba a todos los caballos con gran cariño, pero al favorito del príncipe lo cuidaba con más esmero si cabe, ya que, sin quererlo, se había enamorado de él desde el día en que lo conoció en la cueva del bosque.
Una tarde, el príncipe pidió que le ensillaran a su caballo favorito. La princesa, encargada de poner las monturas a los caballos, decidió consultar la capa para ver cómo podría hacerse notar de cara al príncipe. En ella, encontró un pequeño consejo en el que se decía que, para que una persona reparara en otra, bastaba con hacerle llegar de forma anónima  tres objetos muy queridos. A la llegada del tercer objeto, el receptor sería capaz de vislumbrar por fin a la persona que se los estuviera enviando.
La princesa sabía que esto no le garantizaría el amor del príncipe, ya que no hay forma alguna de conseguir el amor mediante ningún hechizo, pero pensaba que si el príncipe por fin reparaba en ella, a través de su suciedad, podría ver a la persona que se escondía debajo y quizás, corresponder sus sentimientos.

Cuando el príncipe montó su caballo favorito, encontró el búho de la sabiduría enganchado a su montura. Lo guardó sorprendido e intrigado de cómo podría haber llegado un objeto tan valioso a su caballo, ya que la única persona encargada de él era la pobre muchacha de las caballerizas.
La siguiente vez que montó su caballo, se encontró un precioso anillo antiguo. Lo guardó junto al búho, cada vez más intrigado sobre la procedencia de los objetos.
La tercera vez que montó a su caballo favorito, encontró el secreter con el mechón de pelo de la reina fallecida y el de la princesa bebé. Reconociendo el pelo de la muchacha de las caballerizas, comprendió que era ella quien le había estado haciendo llegar los regalos.Retornó corriendo a las caballerizas, donde la princesa, convencida de que el príncipe tardaría mucho más en volver de su paseo, había aprovechado para lavarse y asearse antes de tenerse que volverse a ensuciar para evitar ser descubierta.
Cuando el príncipe la vio, supo que detrás de esa belleza y de los objetos tan valiosos que había recibido se hallaba algo más que una pobre muchacha huérfana.  Le preguntó a la princesa sobre su verdadera identidad, y esta, por fin, decidió contarle la verdad.

El príncipe, que se había enamorado de ella por su belleza y por el amor con el que sabía que trataba a todos los seres vivos, le dijo que aunque no hubiera sido una princesa, le habría robado el corazón de la misma manera que lo acababa de hacer.  Por fin juntos y felices, se casaron y comieron perdices. 

Análisis de la adaptación


Para que el cuento sea una adaptación y no sea una versión o una inspiración, he mantenido los siguientes elementos de “Toda clase de pieles”:

-          La protagonista nace en una familia y un entorno feliz
-          Alguien relacionado con la familia le fuerza a salir del núcleo familiar.
-          Ella pide un tiempo para retrasar la marcha, pero se ve obligada a irse al final.
-          Recibe un elemento que le ayuda en los acontecimientos venideros.
-          Se ve obligada a recurrir a este elemento para sobrevivir
-          Alguien la encuentra, le ayuda, y le lleva a otro lugar donde se ve obligada a realizar una labor que nada tiene que ver con su estatus social.
-          Se enamora del príncipe y oculta su personalidad por miedo a que le hagan retornar a su entorno.
-          Usa los elementos de los que dispone para enamorar al príncipe.
-           Al final el príncipe descubre su identidad y se enamora de ella
-          Se casan y son felices


Los elementos que he cambiado son los siguientes:

-          La princesa no es hija única, es la pequeña de sus hermanos, con lo cual el tema de la sucesión dinástica ya está asegurado. El grueso de la trama se centra en lo que la reina dispone para ellos y no para el rey.
-          Es un elemento externo a la familia (la mujer de su hermano), pero cercano a ella, quien hace que la princesa tenga que abandonar su hogar. De esta manera se eliminan las connotaciones negativas hacia el núcleo familiar directo, ya que el príncipe mayor al final convence a la princesa para abandonar el reino por miedo a que le pueda pasar algo.  Esto queda reforzado además por el hecho de que el ayudante es su hermano mediano.
-          Se introduce el sentimiento de envidia.
-          Se elimina el incesto de la historia, ya que no me parece adecuado y comprensible para los alumnos de Primaria
-          El elemento de ayuda no está hecho de toda clase de pieles, está hecho de “toda la sabiduría del mundo”. Así, se refleja el hecho de que no solo la belleza es lo que hace que la protagonista consiga a su amado, sino también la sabiduría recogida en la capa fruto del intenso estudio de su hermano.  
-          Se hace mucho hincapié en otras cualidades de la princesa que no son solo la belleza (la bondad y la valentía)
-          Los objetos que la princesa va dejando en el caballo provienen de un brazalete y no tienen connotaciones religiosas ni amorosas, sino familiares (el pelo y el anillo de la abuela) y de conocimiento (el búho)
-          El príncipe no busca esposa, se enamora de la princesa sin quererlo y no es solo su belleza lo que hace que se fije en ella, sino el amor con el que trata a sus caballos y la bondad que desprende
-          Se eliminan las referencias a la caza y las pieles de animales, haciendo referencia en cambio a lo bien que la protagonista cuida a los animales y cuánto los ama.
-          El príncipe se enamora de la protagonista pero menciona que aunque ella no fuera  una princesa también se habría enamorado.

Creo que esta adaptación es adecuada para niños de 6 a 8 años. Es en esta horquilla de edad en la que los cuentos folclóricos y maravillosos y los cuentos tradicionales forman parte de los temas favoritos de los niños. Tiene además un argumento completo (presentación-nudo y desenlace). Además la fantasía se presenta de una manera verosímil, ya que es más real una capa hecha con trocitos de tela con sabiduría escrita que los elementos que aparecen en la versión original.

Si nos fijamos en treinta y una funciones que propone Propp para los cuentos folclóricos, el cuento sigue las siguientes:
  • Alejamiento: mueren los reyes
  • Prohibición: la princesa tiene prohibido permanecer en palacio tras la muerte de los reyes
  • Fechoría: la princesa se ve obligada a partir por la envidia de su cuñada
  • Momento de transición: se le hace partir
  • Principio de la acción contraria: la princesa acepta su destino
  • Recepción del objeto mágico
  • Partida: la princesa parte
  • Socorro: la princesa es ayudada en el bosque
  • Desplazamiento:  la princesa es llevada a otro palacio
  • Tarea difícil: cuidar de las caballerizas
  • Tarea cumplida: los caballos cada día están mejor gracias a la princesa
  • Reconocimiento: el príncipe reconoce qué hay detrás de la suciedad y pobreza de la muchacha de las caballerizas
  • Matrimonio: se casan y son felices


Bibliografía:
Pelegrín, Ana. La aventura de oír
Cuadros proporcionados en la asignatura



9 comentarios:

  1. Hola Laura,

    Después de leer tu adaptación he llegado a algunas conclusiones que te podrían resultar útiles:

    1. Pienso que una adaptación debería ser más fiel al original. Aun así, tus modificaciones me gustan mucho: una familia numerosa con tres hijos con sus respectivas personalidades, el tema de la envidia (que, en estas edades, es algo natural), se da un mayor peso a las cualidades de la princesa (dejando de ser un objeto bello)... Todo ello, hace que tu cuento tenga tu toque personal y sea muy original.

    2. La edad que propones me resulta correcta. Lo argumentas bien, teniendo en cuenta los gustos e intereses del niño, pero echo en falta alguna autoridad que refuerce tus palabras.

    3. Si tengo que ponerte un "pero" sería que podrías haberle puesto nombre a los personajes. Como dice Chatman (1990: 149): "puede proponerse como un criterio que define la esencia del personaje, como situación o núcleo alrededor del cual circulan los rasgos. [...] No solo facilita que sea recordado, sino que ayuda a darle dimensión" (Historia y discurso. La estructura narrativa en la novela y el cine. Madrid: Taurus). Así, tus personajes quedarán más completos, a los niños les llamará más la atención la historia de la princesa y será más fácilmente reconocible.

    4. Para darle mayor viveza, introduciría algún diálogo. Con este elemento, tendrás mucha más expresividad ya que intervienen los gestos, la entonación y la actitud. Así, tus personajes parecerán más reales y haces tu relato mucho más atractivo.
    Como conclusión, tienes una gran imaginación como has demostrado en tu versión. Has seguido los puntos básicos de historia, modificando elementos para darle un toque mucho más personal. Espero que mi punto de vista te sea de utilidad.

    Un saludo.

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    1. Hola tocayo.

      Respecto al primer punto que le indicas a Laura no estoy tan de acuerdo. La adaptación debe ser fiel a la estructura, al esqueleto del cuento no a la forma.

      Con los demás puntos estoy de acuerdo con un pequeño "pero" al tema de los nombres. Yo solo le daría nombre al personaje principal y a poder ser significativo. Por ejemplo en este caso le hubiera puesto al personaje el nombre de Sofía. Si algún otro personaje es importante en toda la trama de la obra si sería necesario incluirlo. Los padres y hermanos solo aparecen al principio, no en el nudo y desenlace. El príncipe solo en parte del nudo y desenlace. En este caso se podría utilizar un nombre relacionado con alguna característica de él. También se podría poner nombre al caballo del príncipe para resaltar alguna cualidad y que ayudara a lo que indicas tú como dar dimensión, en este caso del relato. Por ejemplo nombres apropiados, según lo que se quiera resaltar: Azabache, Veloz, Preferido.

      Tu comentario me ha parecido oportuno y con fundamento. A mi me lo pones difícil a la hora de aportar algo a nuestra compañera.

      Saludos

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    2. Creo que has hecho un gran comentario, Francisco. Se nota que has leído el trabajo de Laura y has reflexionado sobre él para poder aportarle buenas ideas de mejora.

      Coincido con Fran en que Laura ha mantenido el esqueleto del cuento y las variaciones que ha realizado no afectan ni a la estructura, ni a los motivos ni a los roles de los personajes.

      Sí creo que, siendo los receptores niños tan pequeños, los personajes principales (al menos la protagonista y el príncipe) deberían tener un nombre propio. En chavales de 5º y 6º no es imprescindibles, pero en los primeros cursos de EP, esa referencia es fundamental para que los peques sigan el relato.

      Gracias a los dos.

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  2. ¡Hola Laura!
    He de decirte que me ha gustado mucho la adaptación que has realizado del cuento de los hermanos Green. Has mantenido muy bien el eje central del mismo y has transmitido en tu versión tanta fantasía y emoción como en la original.
    Los cambios que has realizado para encajar tu adaptación a la horquilla de edad que deseas me parecen muy oportunos pero lo que más me ha gustado ha sido lo bien detallada y explicada que ha quedado tu justificación.
    ¡Enhorabuena por tu labor!

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    1. Ja, ja, ja, magiayletras. ¿Vas a hacer la mención en inglés? Los hermanos son Grimm. A mi a veces me ocurre lo mismo con los nombres no habituales y tengo que escribirlos.

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    2. Anda que... ¡los hermanos Green! ¡Ya te vale, Oliver! ¿Quiénes son? ¿Green Arrow y Green Lantern? :D :D :D

      Completamente de acuerdo con lo demás. :)

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  3. ¡Hola Laura!

    En cada escrito reflejamos un poco de lo que somos y a ti se te ve a la legua. ;-)

    Tu historia está bien articulada, bien adaptada y has respetado la estructura del cuento. Me ha parecido sugerente y buena idea la introducción en tu comentario de la asociación de las funciones de un cuento folclórico que indica Propp con las de tu adaptación.

    A continuación te planteo algunas dudas (son curiosidades) y algunas sugerencias para la mejora de tu cuento:

    1- ¿Por qué la madre cuando muere quiere que le recuerden? Normalmente cualquier madre siempre está preocupada por el bien, por la felicidad de sus hijos. A la hora de su muerte es también el sentimiento que aflora, la preocupación por ellos, más que por ella misma. En el caso de tu cuento habría sacado a colación este sentimiento y de ahí la entrega de esos objetos, para ayudarles a encontrar su camino, su plenitud en la vida.

    2- ¿Por qué el hermano mayor buscaba una mujer con la belleza como la de su hermana y no la de su madre? Según Freud, con su desarrollo del complejo de Edipo, sería lo más normal, a no ser que la historia la hubieras seguido con el enamoramiento del hermano mayor hacia la hermana, en vez de hacia otra mujer.

    3- Siguiendo con un tema relacionado con el punto anterior a nuestra compañera Marisa le hice, me hice una reflexión, sobre el tema de incluir o no el incesto en los cuentos (http://quenoseteatragantenlasletras.blogspot.com.es/2014/11/normal-0-21-false-false-false-es-x-none_1.html?showComment=1415786632343#c1716133001764419715). Creo que en la educación deberíamos reflexionar más sobre la conveniencia o no de presentar algunos temas a los niños. Cualquier tema, por muy truculento, atroz, dañino, impresentable que sea se nos puede o se les puede presentar en algún momento de la vida. La tragedia griega tenía su función pedagógica y educativa en su época. Nuestra cultura la obvia o no le hace caso, ¿por qué? Si escondemos ciertos temas a los niños, ¿no les estaremos mintiendo?

    4- Es una pena que no hayas explotado más el símbolo del búho, que como bien has indicado en tu adaptación es el símbolo de la sabiduría, de la clarividencia, así como nexo con lo sagrado en muchas culturas y épocas. Daría mucho juego y es comprensible desde la experiencia de los niños, todos se han fijado en un búho y les llama la atención. Es verdad que se te superponía sobre el tema de la adquisición de la sabiduría del hermano pequeño. Para un posible enriquecimiento del uso del símbolo del búho en tu adaptación podrías hacer los siguientes cambios:

    • Al hermano mediano en vez del concepto sabiduría le adjuntaría el concepto de conocimiento, que es distinto. Además el conocimiento está más ligado a la biblioteca, la sabiduría está más relacionada con experiencia de vida, mirar la realidad con ojos abiertos. Es un concepto superior al del conocimiento.

    • Cuando la madre hace sus disposiciones finales, subrayaría la sabiduría, clarividencia para que la bondad y la valentía que deberían reflejarse en todas sus acciones no dieran paso a la vanidad y superficialidad.

    • Podrías haber utilizado el concepto de clarividencia cuando el príncipe recibe el búho, como símbolo de apertura del entendimiento y del corazón para darse cuenta de quién era esa muchacha.

    5- Me uno al comentario de Francisco de la necesidad de haber puesto algún nombre, sobre todo a la protagonista.

    Por lo demás creo que has hecho una buena adaptación y bien acompañada por tus explicaciones acerca de las modificaciones.

    Saludos

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    1. Un pedazo de comentario, Fran. Creo que estás en la línea que yo comenté en clase: la de pedir el máximo. Aunque estoy de acuerdo con todo lo que dices, ten en cuenta que este relato lugo debe contarse, no leerse, y , con niños de 6-8 años ya irán saliendo cuestiones y dudas y se podrán remarcar los aspectos que comentas.
      Muchas gracias por el análisis exhaustivo y las mejoras que ofreces a Laura.

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  4. Bueno, Laura. Escribes estupendamente y me ha encantado tu adaptación. Como te han comentado, has sido capaz de mantener la magia y la frescura de los relatos folclóricos. Si alguna vez tienes la oportunidad de contar este cuento a los niños, tal vez puedas incorporar algunas de las indicaciones de Fran, sobre todo las que hacen referencia al búho.
    Para que tu tarea sea perfecta, debes poner nombre a la protagonista y al príncipe. Como he comentado arriba, los niños tan pequeños necesitan referencias nominales para seguir una narración oral. En un libro ilustrado no es tan imprescindible porque los dibujos clarifica, pero en un cuentacuentos, muchos se perderán.

    Si añades los nombres habrás realizado una adaptación redonda.

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